martes, 24 de mayo de 2011

Inseguridad: drama y desafío



Entendemos que no debe caerse en falsas antinomias en el debate público sobre este problema, entre el garantismo y la mano dura. Sin tinturas ideológicas, el Estado debe promover la revisión de las leyes de fondo, la reforma de la legislación procesal, dotar al Poder Judicial de los recursos necesarios, reformular los criterios jurídicos de numerosos magistrados, jerarquizar moral, económica y técnicamente a las fuerzas policiales, trabajar en conjunto con las ONGs especializadas en función de prevenir el delito, reestructurar los sistemas carcelarios, y mejorar la infraestructura urbana para evitar la proliferación de delitos y la impunidad de quienes los cometen.
Para resolver el problema, toda el Area metropolitana de Buenos Aires deber ser considerada como un único territorio, participando de la decisión, las autoridades de la Nación, la Ciudad Autónoma y la Provincia de Buenos Aires.
Frente a las novedosas formas del delito, hay que animarse a llevar adelante -o al menos estudiar- algunas soluciones creativas. Pro ejemplo, designación de fiscales y comisarios con participación popular, previa selección del Ministerio correspondiente; y la implementación del juicio por jurados, previsto en la Constitución, con participación del 50% de legos y 50% de abogados.
Asimismo, instamos a que los medios de comunicación social eviten ser utilizados como agentes propagadores de mensajes de muerte, odio e intolerancia,  aumentando el clima de violencia social.
 Exigimos a las autoridades responsables que se actúe dentro de la ley, sin hacer
 la vista gorda frente al delito.

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