jueves, 25 de noviembre de 2010
La hora del reencuentro
En los últimos años, tanto en el oficialismo como en la oposición, se ha impuesto un estilo confrontativo y excluyente que sólo le hace daño a nuestra Argentina. Necesitamos recuperar los valores de la tolerancia, el diálogo, los consensos, para construir una gran Nación, como la que fuimos durante casi un siglo. Ahogarnos en el odio sólo servirá para perder oportunidades y profundizar nuestros males. Tender la mano al adversario no es signo de debilidad, sino de grandeza. El pueblo le exige a sus dirigentes que estén a la altura de las circunstancias. Es necesario para trabajar juntos para un proyecto común: Argentina.
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